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20/09/2019 / Redacción / 6873 visitas

Uso de las centrífugas de OHAUS en cosmetología

 

Las emulsiones son sinónimo de protección y nutrición de la piel, desde las cremas diarias que mantienen la piel suave, hasta los productos hidratantes para un lavado de cara refrescante.

Estos productos cosméticos son indispensables para muchas personas y la ciencia que hay detrás de ellos es fascinante.

Cuando se combinan con éxito dos o varios líquidos que normalmente no pueden mezclarse, se crea una emulsión. Las lociones, las cremas y los productos hidratantes son emulsiones cosméticas, mezclas ligeras y no pegajosas a base de agua, de aceite, grasa, cera y otras materias primas. Debido a que esas emulsiones son a base de agua, ayudan a la piel a retener su nivel de hidratación y a prevenir la pérdida de humedad.

Durante el proceso de emulsión de lociones, cremas y productos hidratantes cosméticos, se suspenden unas gotas muy pequeñas de grasa, aceite o cera en un líquido (normalmente agua) que luego se dispersan de manera uniforme. Después, estos líquidos incompatibles se dividen en capas. Las sustancias de menor densidad, como el aceite o la cera, quedan en la capa superior, mientras que el agua, que tiene la mayor densidad, queda en la inferior. Cuando se añaden los agentes tensioactivos adecuados a la mezcla y se agiten con fuerza, el aceite o la cera se dispersan en el agua, formando la emulsión.

 

La importancia del equipo, la temperatura y el tiempo en el proceso de emulsión

El tipo de equipo utilizado para emulsionar líquidos incompatibles es el factor más importante del proceso. Ya sea simple o complejo, el equipo de emulsión rompe las sustancias durante la fase interna y las dispersa durante la fase externa, formando pequeñas partículas y garantizando que no se produzcan filtraciones o estratificaciones de aceite durante el período estable.

En la actualidad, existen tres tipos de emulsionantes: el agitador, el molino coloidal y el homogeneizador. Los resultados varían en función del tamaño, la estructura y el rendimiento de esos dispositivos, lo que generalmente tiene un impacto en la dispersión y estabilidad del producto final. En otras palabras, el tamaño de las partículas en la emulsión y la calidad de la propia emulsión dependen, en gran medida, de la forma en que estos dispositivos procesan y estabilizan los componentes.

De esos tres dispositivos, el agitador es el que peor rendimiento ofrece, en comparación con el molino coloidal y el homogeneizador, que son mejores para emulsionar sustancias incompatibles. En los últimos años, las mejoras realizadas en la tecnología de emulsión han permitido crear agitadores de emulsión al vacío. Estos dispositivos son capaces de preparar emulsiones con una dispersión y estabilidad excelentes, lo cual crea lociones y cremas mucho más delicadas y suaves. Además del equipo, la temperatura y el tiempo también tienen un papel esencial en el proceso de emulsión. Estos dos factores tienen un gran impacto en la calidad del producto final.

En términos generales, normalmente la parte de temperatura del proceso se lleva a cabo en dos fases. La primera fase se ocupa del punto de fusión más alto de cada sustancia y la segunda fase se ocupa de la solubilidad. Durante cada fase, la temperatura debe supervisarse minuciosamente. Si, por ejemplo, la viscosidad aumenta mucho durante el proceso de emulsión, la temperatura puede aumentar de forma correspondiente.

En cuanto a la determinación del tiempo necesario para el proceso de emulsión, depende de la relación de volumen de la fase aceite/agua, de la viscosidad alcanzada durante las dos fases de temperatura y de la emulsión resultante.

 

Experimentos con centrífuga

Debido a que las emulsiones cosméticas se aplican directamente sobre la piel, la calidad de los productos debe ser rigurosamente probada y analizada. Los experimentos de separación centrífuga lo consiguen al probar la estabilidad y la vida útil de las emulsiones cosméticas (como productos para lavar la cara, lociones para la piel y tintes para el cabello).

Estos experimentos se realizan con una centrífuga de baja velocidad y un termostato. El número de revoluciones y el tiempo varían en función del producto, pero, en general, después de colocar una muestra dentro de la centrífuga se la hace girar a una velocidad entre 2000 y 4000 revoluciones por minuto durante un periodo de 30 minutos. Esto permite separar y estratificar de forma apreciable el producto.
En los productos básicos para lavar la cara, por ejemplo, la muestra debe ser centrifugada a una velocidad de 2000 revoluciones por minuto durante un periodo de 30 minutos. En cuanto a las lociones para la piel, la calidad se determina en base a la separación. Las lociones de alta calidad no experimentan emulsión después de ser centrifugadas a 4000 rotaciones por minuto durante un periodo de 30 minutos. Cuanto más bajo el número de revoluciones, más baja la calidad del producto final.

 

La centrífuga FC5706 de OHAUS: un ayudante ligero, portátil e inteligente

Por todas estas razones, OHAUS ha diseñado la centrífuga FC5706 de OHAUS, la cual es un dispositivo de alta eficiencia que ofrece resultados a la hora de desarrollar cosméticos emulsionados.

Con un diseño ligero y compacto la centrífuga FC5706 de OHAUS tiene un mando giratorio ergonómico, un diseño de panel intuitivo y un control de seguridad doble que supervisa el sistema y su velocidad. Durante el proceso de centrifugado, el dispositivo trabaja de forma silenciosa en segundo plano, manteniendo un ambiente de laboratorio tranquilo y cómodo.

El dispositivo tiene tres tipos de rotores y siete tubos de centrífuga con capacidades de entre 1,5 y 50 mililitros. El ajuste del intervalo de tiempo puede alcanzar 99 horas y 99 minutos.

La centrífuga FC5706 de OHAUS es un dispositivo de baja y media velocidad especialmente diseñado para la industria cosmética.

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