Llegar al otoño con nuevas ideas, necesidades o propósitos, es natural. Los comienzos es lo que tienen. Provocan esa sensación, curiosa e inexplicable, que seguro que algún idioma refleja en una sola palabra y es capaz de recoger en sí su electricidad, esa que recorre la espalda, eriza la piel y llega al estómago con cosquillas. Nosotros la llamamos ilusión, y es una sensación burbujeante, excitante y, a menudo, inolvidable, con la que nos encontramos cuando estamos ante un cambio de etapa.
El inicio de curso es uno de ellos. Y es por eso que, como los colegiales que se aferran a sus mochilas con libros, cuadernos y rotuladores para estrenar, los adultos emprendemos nuestro propio camino repletos de sueños que alcanzar. Y tenemos tantos…
Según escribió el novelista y ensayista francés André Maurois: “Una ilusión eterna, o, por lo menos, que renace a menudo en el alma humana, está muy cerca de ser una realidad”, así que si cada otoño llama a nuestra puerta con una misma lista de ambiciones, luchas, iniciativas o intenciones, ¿quién nos dice que no las haremos nuestras?
Descubrir que la ilusión es el motor que nos mueve se antoja un pensamiento algo romántico y utópico hoy en día. Pero es, sin duda alguna, real. Entre las líneas de todas y cada una de las páginas que llenan esta revista que sostienes se palpan, más que nunca, esa electricidad, esa energía y esas ganas de hacer algo por cambiar el mundo.
Desde las investigaciones llevadas a cabo por Vytrus Biotech, Tecal Química u OxiProteomics, que nos muestran que otra forma de hacer cosmética es posible gracias a la ciencia; hasta las tecnologías desarrolladas por empresas como Fragrance Science o Foreo que viajan hasta el futuro para hacer del presente un espacio más respetuoso con el medioambiente y el paso del tiempo; pasando por las innovaciones aplicadas por el sector del packaging para hacer de éste un compañero perfecto de la sostenibilidad como analizan desde ITENE o AINIA; o los eventos como Cosmetorium, el V Barcelona Perfumery Congress o Empack, que colman nuestros calendarios con oportunidades de aprendizaje y alianzas; la industria cosmética revela una clara intención de mejora.
Y en este sentido, el espíritu del sector es envidiable. Positivo, entusiasta y diligente, el mundo de la belleza no cabecea. Ante desafíos como una regulación cambiante y exigente, una digitalización inevitable, y una conciencia medioambiental generalizada y omnímoda, éste se une y apuesta por la resiliencia. Muestra de ello es el éxito de la sexta edición de Cosméticaforum, que se celebró el pasado 20 de septiembre y reunió en su seno a las asociaciones más importantes de la industria. Con el aforo permanentemente completo, el congreso expuso los retos a los que se enfrenta el ecosistema cosmético en España, pero no dudó tampoco en aplaudir la labor de un tejido empresarial que bate récord en exportaciones y se posiciona como referente a nivel internacional.
La ilusión de contribuir al bienestar de la sociedad, mejorar el mundo y seguir siendo líderes impulsa cada decisión y cada acción. Y aunque los objetivos también son ideales, como escribió también el científico, filósofo y escritor francés Blaise Pascal: “El hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Y eso es lo que lo sostiene”.
Bienvenidos al número de Septiembre-Octubre de 2023 de Industria Cosmética.
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